Henry se ha sentido mal durante días, y tiene miedo de que pueda estar cayendo en otra depresión severa. Su último ataque, el tercero, fue paralizante y debilitante. Le costó su novio además. Está luchando su estado de ánimo, por turnos, tratando de reprimirlo y luchando mentalmente para encontrarle una salida, principalmente rumiando y auto censurándose. La represión no le funciona: inevitablemente vuelve a lo mismo, y se da cuenta, con alarma creciente, cuán mal se siente. Y cuando trata de pensar en cómo salir de ella, saca a relucir dolores del pasado y preocupación por el futuro. Esto lo hunde más profundamente en el agujero. En su imaginación, él trata una solución tras otra, y se siente cada vez más fracasado porque ninguno de sus pensamientos lo sacan de su creciente oscuridad. Es más, cuanto más trata de resolver cuál es el problema para solucionarlo, más se obsesiona con lo que está sucediendo en su mente. Esto crea un círculo vicioso de creciente apartamiento y preocupación por sí mismo.
Mientras la agitación interna de Henry lo está arrastrando más profundamente en la arena movediza de la depresión, sus temores de una recaída desgraciadamente no carecen de fundamento. La depresión es una enfermedad caracterizada por una tendencia a las recaídas: cada episodio aumenta la probabilidad de otro episodio en un 16%.
En 2007, un equipo de investigadores hizo público un nuevo tratamiento para la depresión que parece reducir significativamente las recaídas. De acuerdo con su teoría de las causas de recaídas, Henry comete el error común de tratar de prevenir la depresión mediante el uso de lo que ellos llaman el "modo de hacer." El “modo de hacer” se activa cuando la mente nota que las cosas no son de la forma en que quiere que sean. Cada vez que eso sucede, sentimientos negativos se activan, y la mente trata de encontrar maneras de salir del dolor mediante la reducción de la brecha entre el estado presente y el estado deseado. Este modo de resolver problemas funciona muy bien para cosas como encontrar la manera de manejar a través de la ciudad, pero es contraproducente cuando se aplica a los estados internos de las personas. Cuando el “modo de hacer” es utilizado en asuntos de infelicidad, incluso en niveles leves, por las personas que han padecido depresión, lo que parece ocurrir en realidad es que se pone en marcha una cascada de infelicidad creciente. Este es un hallazgo importante, porque es común creer que las actitudes para resolver problemas prácticos del mundo externo, deben ser eficaces también para la gestión de nuestra vida interna. Pero esta asunción parece estar incorrecta.
Lo que parece ayudar a prevenir un estado temporal de ánimo decaído, o de espiral hacia la depresión, es lo que los investigadores llaman "modo de ser", que se caracteriza por la atención al presente en lugar del futuro. En el “modo de ser”, la atención se centra en aceptar y permitir los estados internos tal y como ellos son en vez de tratar de cambiarlos. La idea es que cuando nos quitamos del camino, y dejamos de luchar con nuestros estados de ánimos, ellos fluyen y refluyen por su cuenta, y son menos propensos a cuajar en una depresión profunda.
Hay una técnica bien investigada de reducción del estrés que facilita la transición del “modo de hacer” al del “modo de ser” con bastante facilidad. En la década de los años ’70, Jon Kabat-Zinn, de la University of Massachusetts Medical Center, mostró que la práctica de concientizar (o concienciar), una técnica budista tradicional de meditación, tiene beneficios medibles en el tratamiento de enfermedades del corazón, dolores crónicos, estrés relacionado con problemas gastrointestinales, dolores de cabeza, presión arterial alta, insomnio y trastornos de ansiedad. Él definió concientizar (o concienciar) como "la conciencia que emerge mediante la puesta de atención a propósito, en el momento presente, y sin juzgar como son las cosas.” Jon Kabat-Zin desarrolló un programa de ocho semanas para enseñar a los pacientes esta forma de meditación. Hoy en día este programa se imparte en los centros médicos de todo el país (incluyendo Stanford y Kaiser) con el nombre de Reducción de Estrés Basado en Atención Consciente, o Mindfulness Based Stress Reduction (MBSR).
Cuando los investigadores utilizaron una versión modificada de MBSR con pacientes recuperándose de depresión, descubrieron que la atención consciente (concientizar o concienciar) también puede ser un potente profiláctico contra recaídas depresivas. Encontraron que, en pacientes con tres o más episodios anteriores de depresión, su programa, que ellos llamaron Atención Consciente Basada en Terapia Cognitiva o Mindfulness Based Cognitive Therapy (MBCT), casi redujo a la mitad la tasa de recaídas de los pacientes, en comparación con aquellos que sólo recibieron tratamiento estándar.
Uno de los beneficios de MBCT es que las prácticas pueden enseñarse en un formato de clase, haciéndolas una forma muy rentable de tratamiento. Incluso algunos pacientes auto-motivados pueden dominar completamente las prácticas por su cuenta. La totalidad del programa de ocho semanas está disponible en una libro, y en un CD que lo acompaña, llamado El Camino Consciente a Través de la Depresión | The Mindful Way through Depression (Williams, Teasdale, Segal y Kabat-Zinn, 2007). Una palabra de precaución: no es aconsejable hacer este programa durante una depresión severa: su utilidad está en la prevención de recaídas en aquellos que han salido de un episodio de depresión. Sin embargo, para los interesados en la prevención de recaídas, este curso de entrenamiento mental puede ser una adición importante a su auto-cuidado. En los últimos cuatro años, lo he usado con muchos pacientes que han tenido múltiples episodios de depresión. Todos aquellos que lo han practicado han experimentado resultados positivos, incluyendo Henry, el cliente que he descrito anteriormente, quien parece estar desbotonando el brote de una recaída potencialmente seria. Recomiendo altamente este programa.
Traducido del inglés al español por Oliverio Funes Leal.
Tom Moon, MFT
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tommoon.net