Los integrantes de la comunidad LGBTQ enfrentan conflictos similares a los de otros grupos humanos. Sin embargo, difieren de ellos por la peculiaridad y gravedad de algunos problemas atípicos: aquellos que son ajenos a quienes la sociedad considera vagamente como "normales". Estos "problemas atípicos" - de no ser resueltos por los miembros de la comunidad LGBTQ - les traen desdicha y disfunción en sus vidas.


Respecto a esos "problemas atípicos", la tarea de los miembros de la comunidad LGBTQ es simultáneamente simple y compleja.

La simplicidad consiste en que cada individuo debe entender y mejorar su realidad "atípica". Es importante no temer a la diferencia; ni tampoco creer que ésta lo hace peor ni mejor que nadie.

La complejidad consiste en que cada integrante de la comunidad LGBT tiene un problema único y personal que resolver; pero sin olvidar que debe ser parte funcional en el devenir social general de la sociedad donde vive.


"Si presta atención cuidadosa a su entorno, percibirá que aceptar su propia diferencia realmente significa estar a tono con la diversidad de éste. Si desea conscientemente identificarse con ese entorno, contribuya al mejoramiento de éste por medio del suyo propio."
Oliverio Funes Leal

" SI LA NATURALEZA PONE UNA CARGA EN UN HOMBRE HACIÉNDOLO DIFERENTE, TAMBIÉN LE DA UN PODER CON ELLO ”

John Fire Lame Deer líder espiritual Sioux de la Tribu Lakota



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Dices "dependiente" como si fuera una cosa mala

Eric ha estado solo por cinco años. Como es una persona orientada a establecer conexiones, anhela una relación con alguien nuevo, pero no se permite a sí mismo hacerlo porque cree que no está "preparado". "Hasta que esté completamente realizado y seguro de mí mismo, y no dependa de nadie más para sentirme completo, no podré estar en una relación saludable", dice. Él "sabe" que la verdadera felicidad sólo viene de "adentro", y que las relaciones "maduras" sólo son posibles entre personas independientes que se unen en respeto mutuo, mientras manteniendo “límites apropiados.” "Sabe" que si su pareja se comportara de manera perturbadora, él debiera ser capaz de evitar "entrometerse" o "ser codependiente", y "mantener la atención en sí mismo." También "sabe" que si se vuelve dependiente de su pareja eso significa que su “autoestima” es deficiente, que necesita hacer un trabajo en sí mismo, y que si uno en realidad se siente "necesitado" de su pareja, puede que tenga una "adicción" a él o ella.

Muchas personas inteligentes creen en ideas de este clase, pero nunca he conocido a nadie que ni siquiera se acerque a ser un ejemplo vivo de este tipo de magnífica autosuficiencia. No estoy sorprendido, porque todo lo que la ciencia ha aprendido acerca de la evolución humana, el desarrollo de la personalidad y la neuropsicología, sugiere que tal persona no puede existir.

Los seres humanos han sobrevivido como especie porque hemos evolucionado para ser animales sociales, con cerebros bobinados para conectarnos emocionalmente unos a otros. Nuestras “necesidades de dependencia" no son ni elecciones, ni patologías, sino que están integradas en la estructura de nuestro cerebro. Los estudios muestran, por ejemplo, que una vez que nos unimos a alguien, en realidad formamos una sola unidad fisiológica. Nuestros compañeros regulan nuestra presión arterial, frecuencia cardíaca, respiración, e incluso el nivel de hormonas en la sangre. ¿Cómo podríamos mantener fronteras claras, entre nosotros y nuestros compañeros, cuando literalmente no somos entidades separadas? ¿Está Eric tratando de ser algo que nadie puede ser?

Los psicólogos han observado que el bebé empieza a aventurarse en su entorno sólo cuando siente que tiene una base segura en la forma de padres protectores. Esto último, porque los padres hacen posible que él se sienta seguro en el mundo. Los adultos no son muy diferentes. Las relaciones con compañeros amorosos, y/o las conexiones de apoyo con familiares y amigos, forman la base psicológica para amarnos a nosotros mismos, creer en nosotros mismos, y desarrollar la confianza y capacidad de resistencia que necesitamos para salir y perseguir nuestros sueños y esperanzas. Así que, aunque pueda parecer paradójico, son nuestras dependencias las que hacen posible nuestra independencia. Llegamos a ser fuerte y autónomos en el marco y cursos de relaciones profundas, amorosas y estables con otras personas.

Entonces, mi consejo para Eric es: no espere por ideales míticos de madurez emocional antes de dejar que el amor vuelva de nuevo en su vida. La fuerza interior que está buscando, en la soledad, es mucho más probable que crezca a partir de sus compromisos, y conexiones afectivas, con otras personas.

Traducido del inglés al español por Oliverio Funes Leal.


Tom Moon, MFT
Website: tommoon.net