Los integrantes de la comunidad LGBTQ enfrentan conflictos similares a los de otros grupos humanos. Sin embargo, difieren de ellos por la peculiaridad y gravedad de algunos problemas atípicos: aquellos que son ajenos a quienes la sociedad considera vagamente como "normales". Estos "problemas atípicos" - de no ser resueltos por los miembros de la comunidad LGBTQ - les traen desdicha y disfunción en sus vidas.


Respecto a esos "problemas atípicos", la tarea de los miembros de la comunidad LGBTQ es simultáneamente simple y compleja.

La simplicidad consiste en que cada individuo debe entender y mejorar su realidad "atípica". Es importante no temer a la diferencia; ni tampoco creer que ésta lo hace peor ni mejor que nadie.

La complejidad consiste en que cada integrante de la comunidad LGBT tiene un problema único y personal que resolver; pero sin olvidar que debe ser parte funcional en el devenir social general de la sociedad donde vive.


"Si presta atención cuidadosa a su entorno, percibirá que aceptar su propia diferencia realmente significa estar a tono con la diversidad de éste. Si desea conscientemente identificarse con ese entorno, contribuya al mejoramiento de éste por medio del suyo propio."
Oliverio Funes Leal

" SI LA NATURALEZA PONE UNA CARGA EN UN HOMBRE HACIÉNDOLO DIFERENTE, TAMBIÉN LE DA UN PODER CON ELLO ”

John Fire Lame Deer líder espiritual Sioux de la Tribu Lakota



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Mis "problemas de abuso sexual"

De parte de un lector: Su columna "La Industria del Desastre Sexual" me recordó algo que me sucedió, y que apoya lo que escribió. Cuando tenía trece años empecé a tener relaciones sexuales en un parque público. Cuando tenía catorce conocí allí a un "hombre mayor" (26) que estaba muy caliente. Lo perseguía, pero él me evitaba al principio porque temía que yo fuese menor de edad. Pero continué el acoso, y una noche me llevó a su casa. Fue mi primer novio, y el primer hombre que he amado. Estuvimos juntos a través de mis años de escuela secundaria, y me las arreglé para mantenerlo en secreto de mi familia y amigos. Después, cuando fui a la universidad, nos alejamos, pero todavía teníamos contacto ocasional por correo electrónico. Lo recuerdo con afecto y gratitud. Le digo esto porque vi a un terapeuta el año pasado porque estaba deprimido después de una ruptura desagradable con otro novio. Le dije acerca de mi primera relación, y pude ver que la puso realmente incómoda. Más tarde, comenzó a hablarme de mi "abuso sexual" como una posible causa de mi depresión, lo cual pensé era mentira total. Tengo 34 años ahora, y nunca me he sentido abusado por ese hombre en forma alguna. No se perturbó en lo absoluto cuando le señalé que fui yo quien inició todo, y que disfruté cada minuto de ello. Eventualmente, le dije de plano que parara de insistir en algo que no era un problema para mí. Desistió, pero sólo después de dejar claro que pensaba que yo estaba en "negación" sobre el "abuso". Algunas sesiones más tarde dejé de verla, en parte porque había dejado de estar deprimido, pero en parte debido a la forma en que reaccionó a lo que le dije.

Gracias por decirme su historia. He aquí algunos datos que podría encontrar interesante. En 1998 tres investigadores publicaron, en el Psychological Bulletin, un meta análisis de 59 estudios de CSA [Children Sexual Abuse/Abuso Sexual de Menores]. Ellos encontraron: "la CSA está relacionado con los ajustes más pobres, pero la magnitud de la relación era pequeña, no grande. El entorno familiar (por ejemplo, el maltrato físico, abandono emocional) explicaban diez veces mejor los pobres ajustes... En especial en el caso de los hombres, CSA, lejos de ser 100 por ciento negativos, se informó eran mayormente positivos o neutrales."

Este estudio debería haber sido recibido como una buena noticia, porque indica, entre otras cosas, que el espíritu humano es mucho más resistente que muchos creen. En lugar de ello, recibió una distinción inesperada: fue condenado unánimemente por el Congreso. Los investigadores informaron: la comentadora conservadora de radio “Dra. Laura” nos atacó durante meses en su espectáculo sindicado. El Family Research Council, un grupo de apoyo de cristianos conservadores, movilizó a congresistas conservadores para presionar a la American Psychological Association (APA) para que repudiara nuestro estudio. La APA, que inicialmente defendió nuestra publicación como un "buen estudio”, eventualmente se plegó a la presión e hizo concesiones a los congresistas conservadores y a los psicoterapeutas que estaban muy enojados. Raymond Fowler, el director ejecutivo del APA, nos indicó que no tuvo otra alternativa, porque estaba "en una lucha mano a mano contra los congresistas, la comentadora de radio, la derecha cristiana y la American Psychiatric Association." De ese modo, la APA emitió una declaración condenando el abuso sexual infantil (¡como si nosotros lo hubiésemos apoyado!), repudiando el artículo, y prometiendo que sería re-examinado de nuevo por otra organización científica.

"Y, de hecho, nuestro estudio fue re-examinado por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), la mayor organización de ciencia en América. El panel no encontró fallas con nuestros métodos de análisis, pero informaron de que tenían" graves preocupaciones " con la manera que nuestro artículo fue tergiversado y politizado por nuestros críticos, a los que reprendió por violar la confianza pública mediante la difusión de información inexacta".

Dan Savage apoyó el estudio en su columna "Amor Salvage" del 29 de julio de 1999. Escribió: “¿Por qué es controvertido?” Hablando como un sobreviviente de CSA a los catorce con una mujer de veintidós años de edad, sexo a los quince con un hombre de treinta, yo puedo apoyar a los investigadores; no fui traumatizado por estos encuentros sexuales técnicamente ilegales, de hecho, yo los inicié y valoro sus memorias. Es absurdo pensar que lo que hice a los quince sería considerado "abuso sexual infantil", o agrupado junto con la violación incestuosa de una niña de cinco años de edad, por un grupo de investigadores perezosos "

Negarse a participar en el actual histeria sobre CSA no significa ser "suave" en el maltrato de niños. Yo entiendo por qué las relaciones sexuales entre menores y adultos es una cuestión de intensidad emocional, porque he visto en mi práctica cómo la violencia sexual contra los niños pre púberes puede causar una vida de sufrimiento emocional. Pero si bien la sociedad tiene la obligación de proteger a los niños, ello no tiene que implicar la absurda afirmación que cada experiencia sexual, entre un adolescente y un adulto, es psicológicamente perjudicial. Así que lo felicito por no renunciar a su terapeuta la autoridad sobre su propia experiencia. En general, creo que es siempre importante, cuando se trata de cualquier "experto", recordar que, en última instancia, usted es el más grande del mundo y (de hecho, sola) autoridad sobre el significado de su propia experiencia.

Traducido del inglés al español por Oliverio Funes Leal.


Tom Moon, MFT
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