Los integrantes de la comunidad LGBTQ enfrentan conflictos similares a los de otros grupos humanos. Sin embargo, difieren de ellos por la peculiaridad y gravedad de algunos problemas atípicos: aquellos que son ajenos a quienes la sociedad considera vagamente como "normales". Estos "problemas atípicos" - de no ser resueltos por los miembros de la comunidad LGBTQ - les traen desdicha y disfunción en sus vidas.


Respecto a esos "problemas atípicos", la tarea de los miembros de la comunidad LGBTQ es simultáneamente simple y compleja.

La simplicidad consiste en que cada individuo debe entender y mejorar su realidad "atípica". Es importante no temer a la diferencia; ni tampoco creer que ésta lo hace peor ni mejor que nadie.

La complejidad consiste en que cada integrante de la comunidad LGBT tiene un problema único y personal que resolver; pero sin olvidar que debe ser parte funcional en el devenir social general de la sociedad donde vive.


"Si presta atención cuidadosa a su entorno, percibirá que aceptar su propia diferencia realmente significa estar a tono con la diversidad de éste. Si desea conscientemente identificarse con ese entorno, contribuya al mejoramiento de éste por medio del suyo propio."
Oliverio Funes Leal

" SI LA NATURALEZA PONE UNA CARGA EN UN HOMBRE HACIÉNDOLO DIFERENTE, TAMBIÉN LE DA UN PODER CON ELLO ”

John Fire Lame Deer líder espiritual Sioux de la Tribu Lakota



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Cuestiones del espíritu IV: Diez funciones espirituales del maricón

Christian de la Huerta es un hombre con una visión. De origen cubano, logró en los EE.UU. todos los adornos del éxito: el amante caliente, el trabajo de salario alto, el apartamento fabuloso, coches deportivos, trajes de Armani. Un día sintió bruscamente el vacío de su vida, y respondiendo a un llamado interior, se alejó de todo ello y comenzó su búsqueda espiritual.

En el transcurso de su jornada, fundó Q-Espírit, una red internacional de gays y lesbianas que participan en una vida espiritual. Q-Spirit patrocina debates y talleres cuyo objetivo es capacitar a los participantes a "salir del armario espiritualmente". También patrocina "tecno-rituales", celebraciones libres de drogas donde hay danza, música, espectáculos en vivo, cantos, introspección e interacción. Estas celebraciones han sido descritas como "fiestas de circuito para el alma".

En su libro, Coming Out Spiritually, Christian comparte algo de lo que ha aprendido acerca de la espiritualidad del maricón. Él cree que el maricón tiene dones espirituales únicos para ofrecer al mundo, y describe estos dones como diez funciones o arquetipos espirituales que tradicionalmente hemos cumplido:

Transformadores catalíticos. Somos muy sensibles a lo que es necesario cambiar en nuestra sociedad. Participamos, desproporcionadamente a nuestras necesidades, en movimientos de cambio.
Forasteros. Espejos de la Sociedad. Como rompedores de barreras, forzamos al mundo a mirar las cosas que no desea enfrentar.
Exploradores de la Conciencia. Ser Primeros y Tomar Riesgos. En modos tanto triviales como profundos, funcionamos como exploradores. Vamos hacia adelante, abrimos senderos. Somos quienes creamos las tendencias en la música, la moda y las artes. Y espiritualmente, en nuestro papel de los chamanes, somos los que tradicionalmente descubrimos, desarrollamos y gestionamos, las fronteras entre lo visto y lo oculto.
Payasos Sagrados y Juventud Eterna. Como James Broughton dijo, "Somos los Peter Pan del mundo, los no represables que creen en la magia, la locura, y el romance.... Eso es parte de lo que significa ser gay: la inocencia de espíritu, la perenne juventud de alma. "Somos el puer eternus, la divina, radiante, eterna juventud; y el tramposo, el espíritu del humor, la sorpresa y la alegría.
Guardianes de la Belleza. Si todos nosotros nos quedáramos en casa durante una semana, la vida cultural de nuestra sociedad podría paralizarse. Donde quiera que estemos en el negocio de hacer belleza, en música, arte y teatro; en el diseño interior y en el gráfico; la moda, el estilo de peinado y el maquillaje. Tal vez ser diferente nos mantiene en ese estado fluido que es necesario para crear arte y belleza.
Cuidadores. Los gays parecen tener grandes reservas de compasión y empatía, que nos hacen naturales para curar y cuidar. Sobresalimos como consejeros, enfermeros, médicos, terapeutas de masaje, asistentes de vuelo, entrenadores personales, servidores de alimentos, maestros, y padres.
Mediadores. Gente en el Medio. En muchas culturas somos vistos como "la gente en el medio", porque parecemos incorporar características de ambos sexos. Hemos sido valorados como mediadores entre los sexos, y también entre el mundo material y el espiritual. En algunas tribus de nativos americanos, por ejemplo, la berdache, o Personas de Dos Espíritus, como eramos llamados, nos consideraban como intermediarios, que podíamos mediar entre el mundo de la carne y el mundo del espíritu, porque encarnábamos los opuestos en nuestro propio ser.
Chamanes y Sacerdotes: Funcionarios Sagrados. A lo largo de la historia, en muchas culturas, los gays han asumido funciones honorables de liderazgo espiritual. Cristianos documentan esta verdad con ejemplos de África, Mesopotamia, Grecia y Roma antiguas, China, la India, la antigua Rusia, los pueblos celtas y polinesios, y de las costumbres indígenas americanas.
La Androginia Divina. Muchos escritores de la vida espiritual, desde Edward Carpenter hasta Carl Jung, han sugerido que el arquetipo de la Androginia Divina, que se eleva por encima de la polarización del papel del sexo uniendo las características masculinas y femeninas, es un objetivo de evolución espiritual. Somos pioneros en la manifestación de este arquetipo.
Guardianes. Entre las tribus Dagar en África, se cree que los gays tienen una mayor "vibración", que nos permite mayor contacto con el reino espiritual. Nuestro propósito en la tierra, a su juicio, es mantener las puertas abiertas al Otro Mundo. Un Dagara, que vino al Occidente para difundir la sabiduría de su pueblo, ha escrito que porque los gays occidentales han sido separados de su verdadero propósito espiritual, nuestra sociedad está sufriendo de desequilibrios y disfunciones, y que no puede curarse a menos que cumplamos con nuestro destino espiritual.

Los cristianos creen que hemos liberado nuestros cuerpos, y que ahora es el momento para nosotros de liberar nuestras almas. "El momento ha llegado para nosotros de recuperar nuestro patrimonio", escribe, "tanto para nosotros como para el bien del mundo en general. El mundo, aunque es posible que no lo sepa, nos necesita desesperadamente para regresar en nuestros roles tradicionales. Desgarrado por las luchas, la violencia y la destrucción ecológica, el mundo necesita nuestra mediación, nuestros dones de transformación ahora más que nunca... Veo una comunidad gay despertando a nuestra potencialidad para transformar el mundo”. ¿Puede haber una visión más inspiradora y noble de nuestro propósito?

Traducido del inglés al español por Oliverio Funes Leal.


Tom Moon, MFT
Website: tommoon.net