Los integrantes de la comunidad LGBTQ enfrentan conflictos similares a los de otros grupos humanos. Sin embargo, difieren de ellos por la peculiaridad y gravedad de algunos problemas atípicos: aquellos que son ajenos a quienes la sociedad considera vagamente como "normales". Estos "problemas atípicos" - de no ser resueltos por los miembros de la comunidad LGBTQ - les traen desdicha y disfunción en sus vidas.


Respecto a esos "problemas atípicos", la tarea de los miembros de la comunidad LGBTQ es simultáneamente simple y compleja.

La simplicidad consiste en que cada individuo debe entender y mejorar su realidad "atípica". Es importante no temer a la diferencia; ni tampoco creer que ésta lo hace peor ni mejor que nadie.

La complejidad consiste en que cada integrante de la comunidad LGBT tiene un problema único y personal que resolver; pero sin olvidar que debe ser parte funcional en el devenir social general de la sociedad donde vive.


"Si presta atención cuidadosa a su entorno, percibirá que aceptar su propia diferencia realmente significa estar a tono con la diversidad de éste. Si desea conscientemente identificarse con ese entorno, contribuya al mejoramiento de éste por medio del suyo propio."
Oliverio Funes Leal

" SI LA NATURALEZA PONE UNA CARGA EN UN HOMBRE HACIÉNDOLO DIFERENTE, TAMBIÉN LE DA UN PODER CON ELLO ”

John Fire Lame Deer líder espiritual Sioux de la Tribu Lakota



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Los fundamentos de la intimidad 1: Tres valores básicos

¿Cómo puedo encontrar un novio? Hasta ahora, esta es la pregunta más frecuente que oigo de los hombres homosexuales. Una y otra vez ellos me dicen que, si bien el sexo suele ser abundante y fácil de obtener, el tipo de asociación íntima con otro hombre que desean los elude.

En cierto sentido, la pregunta es imposible de contestar, porque es acerca de la suerte accidental de encontrarse con alguien que le guste, que sea soltero, listo para una relación, e interesado en uno. Así que mucho depende del momento y de la suerte. Pero la idea de que realizar tan importante necesidad esté completamente fuera de nuestro control es insatisfactoria, y la gente intenta diversas estrategias para aumentar sus posibilidades. El mayor énfasis por lo general es mejorar la apariencia personal. Muchos de nosotros pasamos en el gimnasio horas cada semana con la esperanza de que, siendo más atractivos a los ojos de otros, atraeremos a la pareja de nuestros sueños. Algunos están convencidos de que el alargamiento del pene es la clave del éxito.

Otros, siguiendo algunos gurús de la Nueva Era, imaginan que puedan encontrar el amor a través del pensamiento mágico, en la creencia de que, simplemente por visualizar claramente lo que quieren, puedan de alguna manera obtenerlo a partir del universo. Otros van al otro extremo con la misma idea mágica de que "Tan pronto como usted deje de buscarlo, lo encontrará." Tratan, por tanto, de pretender que no están buscando, como si engañando al universo éste les entregará el premio.

Pero la capacidad para una asociación amorosa es uno de los signos de madurez emocional, y si más de nosotros estuviéramos tan atentos a nuestro desarrollo interno como lo estamos al desarrollo de nuestros cuerpos, o alimentar engaños reconfortantes, podríamos tener más éxito en el amor. Creo que hay valores personales específicos que, cuando cultivados deliberadamente, aumentan nuestra capacidad para la intimidad, y nuestra receptividad a ella cuando nos es ofrecida. En ésta, y en los próximos cinco columnas, hablaré de algunos de estos valores.

Para empezar, un compromiso con tres valores fundamentales parecen caracterizar a las personas que tienen más probabilidades de tener relaciones exitosas. Estos son:
 
1. Conciencia de sí mismo. 
Este es un objetivo para toda la vida. Podemos pensar que sabemos quienes somos, pero la mayoría de nosotros estamos llenos de ilusiones y auto-engaños. Nuestros egos se forman temprano, en la necesidad basada en la supervivencia de complacer a padres y cuidadores, y todos nosotros, en cierta medida, hemos olvidado la forma de distinguir nuestras máscaras de nuestro auténtico yo. Conocemos la tentación de creer sobre nosotros mismos lo que nos hace sentir mejor, y buscar refugio en ilusiones construidas por los egos asustados de la realidad. El problema es que nuestras máscaras nos pueden proteger, pero no pueden amar. Cuando tomamos la línea de menor resistencia, cuando vivimos en el auto-engaño, también nos sentimos con el derecho de esperar que los otros sean lo que necesitamos que ellos sean. Vivir en ilusiones acerca de nosotros mismos implica vivir de ilusiones acerca de otros, y cuando hacemos eso nuestras relaciones se basan en proyecciones infantiles. Otros se convierten en sustitutos de padres, o rescatadores y victimarios, dependiendo de si cumplen o frustran nuestras necesidades de comodidad y seguridad. Podemos tener relaciones auténticas sólo en la medida en que somos capaces de un auto entendimiento maduro.

2.Auto-aceptación. 
Una de las paradojas de la cultura moderna de América es que, si bien nos hemos convertido en gente intensamente auto-preocupada, también estamos llenos de auto-criticismo y vergüenza. Somos simultáneamente egoístas y auto-denigrantes. Desinflar nuestras ilusiones sobre nosotros mismos exige renunciar a la idea común, pero poco realista, de que solo nos podemos respetar a nosotros mismos si estamos libres de imperfecciones. El maestro Zen Suzuki Roshi solía decirle a sus estudiantes, "Son perfectos justamente como son, y todos podrían usar un poco de mejora." Aprender a ser veraz acerca de nuestras deficiencias, y reconocer las áreas en nosotros mismos en las que es necesario trabajar sin sucumbir a la vergüenza, a veces se siente como un acto difícil de equilibrio. Pero es un equilibrio de vital importancia, porque lo que no podemos aceptar en nosotros mismos, no podemos aceptarlo en los demás tampoco. El desarrollo de una relación leal y compasiva con nosotros mismos, en todo nuestro enredo y escasez humana, es una condición previa y esencial para aprender a ser compasivo y fiel con un compañero.

3. Integridad. 
En el diccionario Webster se define la integridad como "el estado o condición de ser total o no dividido, íntegro." Conciencia de sí mismo y auto-aceptación son las que hacen la coherencia interior y la plenitud posible. Cada uno de nosotros tiene un mundo interior que está en constante fluidez y cambiando, y la integridad implica atención y lealtad inquebrantable a lo que nuestros propios cuerpos, pensamientos, sentimientos, e intuiciones nos revelan. Cuando tenemos integridad, somos difíciles de manipular, pero fácil de confiar. Esto es así porque los que son fieles a su propia verdad también tienden a decir la verdad. La sinceridad, el ser directos, y la honestidad son los signos externos de la integridad personal. La lealtad a nuestra propia verdad es el fundamento y los límites de nuestra auténtica individualidad. Y sólo cuando estamos firmemente arraigados en lo que realmente somos, podemos también encontrar el valor para la auto-trascendencia que el amor hacia otros requiere de nosotros. 

Traducido del inglés al español por Oliverio Funes Leal.


Tom Moon, MFT
Website: tommoon.net