Los integrantes de la comunidad LGBTQ enfrentan conflictos similares a los de otros grupos humanos. Sin embargo, difieren de ellos por la peculiaridad y gravedad de algunos problemas atípicos: aquellos que son ajenos a quienes la sociedad considera vagamente como "normales". Estos "problemas atípicos" - de no ser resueltos por los miembros de la comunidad LGBTQ - les traen desdicha y disfunción en sus vidas.


Respecto a esos "problemas atípicos", la tarea de los miembros de la comunidad LGBTQ es simultáneamente simple y compleja.

La simplicidad consiste en que cada individuo debe entender y mejorar su realidad "atípica". Es importante no temer a la diferencia; ni tampoco creer que ésta lo hace peor ni mejor que nadie.

La complejidad consiste en que cada integrante de la comunidad LGBT tiene un problema único y personal que resolver; pero sin olvidar que debe ser parte funcional en el devenir social general de la sociedad donde vive.


"Si presta atención cuidadosa a su entorno, percibirá que aceptar su propia diferencia realmente significa estar a tono con la diversidad de éste. Si desea conscientemente identificarse con ese entorno, contribuya al mejoramiento de éste por medio del suyo propio."
Oliverio Funes Leal

" SI LA NATURALEZA PONE UNA CARGA EN UN HOMBRE HACIÉNDOLO DIFERENTE, TAMBIÉN LE DA UN PODER CON ELLO ”

John Fire Lame Deer líder espiritual Sioux de la Tribu Lakota



TRANSLATE / TRADUCIE

El perdón no es reconciliación

PREGUNTA: Tuve una separación horrible con mi novio hace unos pocos años atrás. Cayó en el consumo de metanfetamina de cristal y en el alcohol, y de repente me convertí en el enemigo. Me asaltaba verbalmente cada día, y físicamente más de una vez. Me difamó con mis amigos, e incluso trató de que me despidieran de mi trabajo llamando a mi supervisor, y diciéndole mentiras acerca de mí. Tuve que conseguir una orden de refrenamiento para mantenerlo lejos de mí. Ahora está en recuperación y ha estado sobrio durante dos años. Me “dio satisfacciones”. Las cuales consistieron, en su mayor parte, en decirme que no pudo dejar de hacer lo que hizo debido a que era un adicto. Desea que salgamos juntos y seamos amigos; y dice que, como se ha disculpado, le debo el perdonarlo y permitirle de nuevo en mi vida. Lo he perdonado por lo que hizo, pero todavía no me fío de él tanto como el poder botarlo. No es violento ya, pero aparte de eso no parece haber cambiado mucho; y, de todos modos, no creo que sus problemas fueron causados sólo por las drogas. Dice que si no le permitiera ser mi amigo, entonces no lo he perdonado realmente en lo absoluto. No sé cómo contestar eso, sólo sé que no me fío de él. ¿Qué le puedo decir? 

RESPUESTA: Estoy impresionado que haya podido perdonar a su ex de todo ese abuso. Pero el perdón es muy diferente de la reconciliación, y quizás ayude el pensar un poco acerca de las diferencias.

El perdón significa abandonar el peso del resentimiento contra la persona que te hizo daño, y también de los placeres dudosos de la venganza y la retribución. Es mucho más fácil de hacerlo si la otra persona se disculpa, pero es todavía algo que puedes hacer por ti mismo, sin que la otra persona jamás tenga que saber lo que usted ha hecho.

El perdón significa dejar ir el pasado, pero la reconciliación es acerca de comprometerse a un futuro. Significa volver a cierto grado de simpatía, y para que eso suceda, la confianza tiene que ser restablecida. A diferencia del perdón, la reconciliación no puede suceder unilateralmente. Si le he hecho daño, el primer paso a la reconciliación requiere que acepte y reconozca mi maldad. Si niego responsabilidad por lo que hice, o niego que hiciera algún agravio, no podemos estar realmente reconciliados. Si actúo como si tus sentimientos no importan, o que no tienes ningún derecho de aparearme a tus estándares éticos, no podrás fiarte de que yo no te haré daño en el futuro.

Así que la verdadera reconciliación no puede estar basada solamente en el deseo por la armonía. Requiere un compromiso mutuo a estándares éticos compartidos. Hay cuatro principios éticos que son bases imprescindibles para una reconciliación significativa. Estos son:

  1. somos siempre responsables de nuestras acciones;
  2. tenemos la responsabilidad de ponernos en el lugar de la otra persona;
  3. la otra persona es siempre digna de nuestro respeto; y
  4. no hay excusa alguna para dañar a otros.

Desafortunadamente, el perdón sólo no es suficiente para hacer la reconciliación posible. Es sólo posible cuando ambos partidos en la disputa tienen la madurez, la integridad, la honradez, y el cuidado que son esenciales al proceso.

Comprender la diferencia entre el perdón y la reconciliación puede hacer más fácil ser generoso con el perdón cuando la reconciliación verdadera no es posible; y también nos ayuda a evitar la trampa del uso de la culpa para ser empujados en una reconciliación falsa, cuando la base para una amigabilidad no estaba allí. Hablé años atrás con una mujer que comprendió bien la diferencia entre el perdón y la reconciliación. Después de meses de maltrato y abuso en las manos de su novio, ella encontró finalmente el valor para separarse de él. Después de un proceso largo de curación emocional, me dijo, “mi corazón está abierto a él, pero la puerta principal está cerrada.”

Cuándo su ex clama que usted le “debe” perdón a él, habla desde un sentido injustificado de derecho. El perdón es un regalo. No puede ser debido. Ni es la amistad algo que podemos entregar en demanda. Es dada libremente o no es amistad. Sus “satisfacciones” no fueron una verdadera disculpa, sino hacer excusas. La descripción de su conducta sugiere que tiene poca capacidad de ponerse en tu lugar. Actualmente, probablemente carece de la madurez emocional necesaria para una verdadera reconciliación. Si no se fía de él, fíese en ese sentimiento. En cuanto a lo que le debe decir, lo mejor que puede hacer es no hacer compromisos con la verdad. Manteniendo presente su historia de violencia y abuso, escoja un lugar en el que se sienta seguro al hablar con él (es decir, en un lugar público, o por teléfono). Sea breve. No justifique, discuta o responda a provocaciones. Asegúrele que lo ha perdonado por su conducta pasada, pero dígale firmemente que, en su avance personal, escoge no reabrir su relación con él.

Traducido del inglés al español por Oliverio Funes Leal.


Tom Moon, MFT
Website: tommoon.net