Los integrantes de la comunidad LGBTQ enfrentan conflictos similares a los de otros grupos humanos. Sin embargo, difieren de ellos por la peculiaridad y gravedad de algunos problemas atípicos: aquellos que son ajenos a quienes la sociedad considera vagamente como "normales". Estos "problemas atípicos" - de no ser resueltos por los miembros de la comunidad LGBTQ - les traen desdicha y disfunción en sus vidas.


Respecto a esos "problemas atípicos", la tarea de los miembros de la comunidad LGBTQ es simultáneamente simple y compleja.

La simplicidad consiste en que cada individuo debe entender y mejorar su realidad "atípica". Es importante no temer a la diferencia; ni tampoco creer que ésta lo hace peor ni mejor que nadie.

La complejidad consiste en que cada integrante de la comunidad LGBT tiene un problema único y personal que resolver; pero sin olvidar que debe ser parte funcional en el devenir social general de la sociedad donde vive.


"Si presta atención cuidadosa a su entorno, percibirá que aceptar su propia diferencia realmente significa estar a tono con la diversidad de éste. Si desea conscientemente identificarse con ese entorno, contribuya al mejoramiento de éste por medio del suyo propio."
Oliverio Funes Leal

" SI LA NATURALEZA PONE UNA CARGA EN UN HOMBRE HACIÉNDOLO DIFERENTE, TAMBIÉN LE DA UN PODER CON ELLO ”

John Fire Lame Deer líder espiritual Sioux de la Tribu Lakota



TRANSLATE / TRADUCIE

Autocompasión: ¿Más importante que la autoestima?

Hay una nueva tendencia largamente esperada en psicología: la exploración de estados de ánimo positivos en contraposición con el enfoque tradicional centrado en patología. Este año, investigadores de las universidades de Duke y Wake Forest informaron de los resultados de cinco estudios sobre el carácter poco estudiado de la autocompasión, o de la habilidad de tratarnos con amabilidad a nosotros mismos cuando las cosas van mal.

Ellos describen la autocompasión como teniendo tres componentes: 1. "auto bondad", ser gentil y comprensivo hacia uno mismo en lugar de ser autocríticos, 2. "humanidad común", o ver las experiencias negativas de uno como parte normal de la condición humana, y 3. "aceptación consciente" o responder con ecuanimidad consciente en lugar de sobre identificar con pensamientos y sentimientos dolorosos. La investigación midió las reacciones de los participantes al recordar experiencias negativas reales, imaginando acontecimientos negativos, recibiendo retroalimentación crítica de otros, comparando sus autos evaluaciones al hacer una tarea y la de otra persona haciendo la misma tarea, y midiendo las reacciones de los participantes que fueron orientados a tener una actitud de autocompasión. En tres de los experimentos, ellos también compararon las reacciones de personas con diferentes niveles de autocompasión, a los de personas con distintos niveles de autoestima. Esto es lo que encontraron:

  • Personas con mayor autocompasión tenían menos reacciones negativas a eventos reales, recordados o imaginados.
  • Para las personas con autocompasión, su visión de sí mismas depende menos del resultado de los acontecimientos, porque responden de una manera amable y aceptante hacia sí mismas si las cosas iban bien o mal.
  • La autocompasión hace posible que la gente acepte la responsabilidad de una experiencia negativa, pero tienen menos sentimientos malos acerca de ello.
  • La autocompasión parece proteger a las personas mejor que la autoestima. Los sentimientos positivos de autocompasión no parece implicar a la arrogancia, el narcisismo o las ilusiones de auto elevación que caracterizan a muchas personas con alta autoestima.
  • Ser auto compasionado se consideró especialmente valioso para aquellos con baja autoestima. Las personas con baja autoestima que se tratan bien a sí mismas, a pesar de auto evaluaciones desfavorables, les va tan bien, si no mejor, como aquellas con alta autoestima.

Los estudios sugieren que la "autocompasión parece ser más importante que la autoestima, y es, de hecho, responsable de algunos de los efectos positivos de la autoestima," reportó el importante investigador Dr. Mark Leary. Esto puede ser debido a que esta característica "ayuda a la gente a no añadir una capa de auto recriminación sobre cualquier cosa mala que le hay sucedido a ella. Si la gente sólo aprende a sentirse mejor sobre sí misma, pero continúa martillándose cuando falla o comete errores, no podrá hacer frente a sus dificultades de un modo no defensivo".

¿Por qué son importantes estos resultados? El énfasis de América en la competencia, y en el individualismo, ha creado una cultura en la que la mayoría de nosotros somos muy autocríticos e implacable hacia nosotros mismos. La mayoría de nosotros llevamos un "crítico interior" en nuestra mente que puede ser nuestro propio peor enemigo porque actúa como un verdugo que continuamente ataca, castiga, y nos drena de energía. Mi experiencia como terapeuta me ha convencido de que los ataques de la crítica interna causa, o contribuye, a muchos problemas, incluyendo ansiedad y depresión, insatisfacción y desesperación, y adicciones y compulsiones. Los gay pueden ser especialmente vulnerables a adquirir el hábito de auto-criticarse duramente debido a que muchos de nosotros hemos crecido con la convicción de que somos "básicamente malos", un sentido de que, en alguna manera vagamente entendida, estamos fuera de paso y que no somos lo que debemos ser. A menudo noto que, para los gay, el crítico interno habla en el idioma de la homofobia internalizada. Incluso para aquellos de nosotros que hace mucho tiempo hemos llegado a estar en paz con nuestra orientación sexual, por ejemplo, a menudo la voz nos dice que no estamos aptos para amar, o para ser dignos de respeto porque somos menos valiosos que otros. Para los hombres homosexuales no es raro que la crítica los culpe por falta de cualidades "varoniles" tales como valentía, decisión y resolución: "tonto" y "cobarde", son términos muy comunes de auto denigración.

¿Podemos aprender a ser menos autocríticos y mucho más compasivos hacia nosotros mismos? Cada vez hay más pruebas que podamos. Otra tendencia reciente en psicología es la introducción de prácticas del Oriente, sobre todo budista, para el desarrollo de cualidades tales como la calma, la ecuanimidad, la bondad y la compasión. Un número creciente de médicos están descubriendo que muchas de estas prácticas, separadas del contexto religioso en que hubieren surgido, llegan a ser técnicas psicológicas sofisticadas que ayudan a las personas a desarrollar una vida emocional más positiva. Parece ser que la autocrítica dura es sólo un conjunto de hábitos mentales, y que existen métodos eficaces para volver a entrenar la mente con nuevos hábitos.

Cualquier persona interesada en aprender más acerca de estas prácticas podría beneficiarse de la lectura de Radical Acceptance de Tara Brach, Ph.D. La autora es una psicóloga clínica, y una conocida maestra de meditación. Su libro ofrece valiosas herramientas para lo que ella llama "despertar del trance de la indignidad", y para desarrollar actitudes más compasivas hacia uno mismo y hacia los demás. Su trabajo, y el de muchos otros, demuestran que tenemos una psicología nueva y positiva que no sólo se centra en superar problemas, sino que realmente puede ayudar a crear vidas más alegres y abiertas de corazón.

Traducido del inglés al español por Oliverio Funes Leal.


Tom Moon, MFT
Website: tommoon.net