Este estudio es una lectura fascinante, porque los autores en gran medida evitan la especulación y dejan que los participantes hablen por sí mismos. Un hallazgo que me fascinó fue la gran variedad de "aperturas" que las parejas practicaban. Algunos sólo las hacían juntos, algunos sólo por separado, y algunos hacían ambas cosas. Algunos sólo permitían encuentros fuera y anónimos, mientras que otros permitían "amigos con beneficios", y otros construían familias poli-amorosas con múltiples parejas. Algunas (alrededor de un diez por ciento) no tenían reglas que rigieran en nada el sexo fuera de la relación, mientras que en al otro extremo del espectro algunas creaban reglas detalladas de juego y contratos. Todo tipo imaginable de "apertura" parecía trabajar para alguien.
El estudio incluye resumen breve de las investigaciones anteriores sobre la no monogamia, en las cuales los autores informan que "La mayoría de las investigaciones muestran que aproximadamente dos tercios de las parejas masculinas a largo plazo, que han estado juntas durante cinco o más años, son honestamente no monógamas”, y que “Múltiples estudios han encontrado no diferencias en la calidad de la relación, o en la satisfacción, entre las muestras de parejas masculinas sexualmente exclusivas y las no exclusivas.” A pesar de estos hallazgos, Blake y Lanz han tenido dificultades reclutando participantes. No tuvieron problemas para encontrar parejas no monógamas, pero relativamente pocas querían hablar de ello. Un hombre que eligió participar dijo: "Tener una relación abierta se siente como una forma rara de estar en el armario de nuevo. Familia y amigos esperan que seamos monógamos, y no les decimos que no lo somos. Es como un secreto… En nuestra comunidad y en la sociedad, se siente como si algo importante no es comprendido, estudiando, o no se está hablando de ello."
No es de extrañar. Relaciones no monógamas pueden ser comunes en nuestra comunidad, pero todavía escucho con frecuencia a hombres gais criticarlas como patológicas, inmaduras y destructivas. A veces me aseguran con confianza, como si fuera evidente por sí mismo, que las relaciones abiertas son menos sanas, cariñosas, responsables u honestas que las relaciones monógamas; que si estás teniendo relaciones sexuales fuera de la relación, algo debe estar mal con el amor o la comunicación en la asociación, que el sexo fuera hace perder la concentración de uno al otro, y que una vez que "empiezas a alejarte" es "el principio del fin."
Blake y Lanz llegaron a conclusiones diferentes. Aunque admiten que "... teníamos una población de estudio inclinada hacia lo positivo," ellos creen que su trabajo demuestra que "... es razonable concluir que la no monogamia para las parejas de hombres gais es una opción viable. Cuando los compañeros encuentran suficiente terreno común en sus inclinaciones y perspectivas hacia la no monogamia, el sexo fuera aprobado es una posibilidad sostenible y satisfactoria. Si una pareja está dispuesta a ser directos y resolver problemas según sea necesario, la no monogamia no es por naturaleza desestabilizadora. De hecho, los resultados de este estudio sugieren lo contrario – que para muchas parejas del estudio la no monogamia les permite estar juntos. La duración media de estadía en las parejas entrevistadas fue de 16 años – el doble de nuestro requisito mínimo. Teniendo en cuenta las dificultades que tuvimos en el reclutamiento de los participantes, esta cifra sugiere una correlación positiva entre longevidad y la no monogamia. Como mínimo, destruye el mito de que la apertura de la relación es el 'principio del fin'."
Por otro lado "... para la mayoría de las parejas hubo un precio de admisión. No monogamia vino con riesgos y un mantenimiento requerido.” La mayoría de los participantes encontraron que hacerla trabajar requiere “clarificar valores y asegurarse de que son mutuos; apreciar y adecuar las diferencias, mantenerse firmes a los acuerdos y al compromiso con la honestidad; aumentar una mayor capacidad para procesar y manejar sus propias reacciones emocionales; aprender a expresar sus deseos, preocupaciones y sentimientos incómodos; ser más vulnerables, confidentes, perdonadores, generosos; asociarse para resolver constructivamente, y encontrar soluciones a problemas imprevistos y posiblemente muy pesados "
¡Vaya! Eso es una tarea difícil. Mientras leo esto, se me ocurrió que ello podría ayudar a explicar por qué la no monogamia tiene una mala reputación con algunos hombres homosexuales. Muchos de nosotros entramos en una relación abierta esperando que será mucho más fácil que la monogamia; que nos proporcionará, más o menos sin esfuerzo, con "lo mejor de ambos mundos." Eso puede ser uno de los mitos más importantes que este estudio destruye. Proporciona una dosis muy necesaria de realismo: para tener éxito, las relaciones abiertas requieren de compromiso, paciencia y trabajo duro.
* Nombre del estudio (en PDF formato): Beyond Monogamy: Lessons from long-term males couples in non-monogamous relationships.
Traducido del inglés al español por Oliverio Funes Leal.
Tom Moon, MFT
Website: tommoon.net