Los integrantes de la comunidad LGBTQ enfrentan conflictos similares a los de otros grupos humanos. Sin embargo, difieren de ellos por la peculiaridad y gravedad de algunos problemas atípicos: aquellos que son ajenos a quienes la sociedad considera vagamente como "normales". Estos "problemas atípicos" - de no ser resueltos por los miembros de la comunidad LGBTQ - les traen desdicha y disfunción en sus vidas.


Respecto a esos "problemas atípicos", la tarea de los miembros de la comunidad LGBTQ es simultáneamente simple y compleja.

La simplicidad consiste en que cada individuo debe entender y mejorar su realidad "atípica". Es importante no temer a la diferencia; ni tampoco creer que ésta lo hace peor ni mejor que nadie.

La complejidad consiste en que cada integrante de la comunidad LGBT tiene un problema único y personal que resolver; pero sin olvidar que debe ser parte funcional en el devenir social general de la sociedad donde vive.


"Si presta atención cuidadosa a su entorno, percibirá que aceptar su propia diferencia realmente significa estar a tono con la diversidad de éste. Si desea conscientemente identificarse con ese entorno, contribuya al mejoramiento de éste por medio del suyo propio."
Oliverio Funes Leal

" SI LA NATURALEZA PONE UNA CARGA EN UN HOMBRE HACIÉNDOLO DIFERENTE, TAMBIÉN LE DA UN PODER CON ELLO ”

John Fire Lame Deer líder espiritual Sioux de la Tribu Lakota



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Un estudio de parejas masculinas a largo plazo no monógamas

Blake Spears y Lanz Lowen han estado juntos por más de 34 años. Me dijeron que todavía tienen buen sexo, lo que contradice la creencia común de que el interés sexual cae en picada en una relación a largo plazo. ¿Cómo lo hacen? "Una de las razones", dijo Lanz, "es que hemos estado en una relación abierta desde el principio. Si no hubiera sido abierta, no habríamos sido capaces de crecer como individuos o como pareja.” Pero, ellos escriben, se trató de una jornada que tomaron "sin una guía de ruta ... Información sobre cómo las parejas navegan este terreno es sorprendentemente escasa . Teníamos curiosidad acerca de la experiencia de los demás y asumimos que muchas parejas a largo plazo podrían ofrecer perspectivas valiosas y lecciones ganadas duramente.” Entonces, hace unos años, ellos decidieron utilizar su entrenamiento y experiencia combinadas – en investigación y psicología – para hacer un estudio profundo e independiente sobre relaciones abiertas y a largo plazo entre hombres gais. Ellos querían ofrecer a la comunidad una imagen precisa de lo que la no monogamia realmente parece en la vida de los hombres gais. Sus estudios han sido completados ahora. Es una mirada íntima a la vida de 86 parejas que han estado juntas por no menos 8 años, y al que es posible acceder en The Couple Study*

Este estudio es una lectura fascinante, porque los autores en gran medida evitan la especulación y dejan que los participantes hablen por sí mismos. Un hallazgo que me fascinó fue la gran variedad de "aperturas" que las parejas practicaban. Algunos sólo las hacían juntos, algunos sólo por separado, y algunos hacían ambas cosas. Algunos sólo permitían encuentros fuera y anónimos, mientras que otros permitían "amigos con beneficios", y otros construían familias poli-amorosas con múltiples parejas. Algunas (alrededor de un diez por ciento) no tenían reglas que rigieran en nada el sexo fuera de la relación, mientras que en al otro extremo del espectro algunas creaban reglas detalladas de juego y contratos. Todo tipo imaginable de "apertura" parecía trabajar para alguien.

El estudio incluye resumen breve de las investigaciones anteriores sobre la no monogamia, en las cuales los autores informan que "La mayoría de las investigaciones muestran que aproximadamente dos tercios de las parejas masculinas a largo plazo, que han estado juntas durante cinco o más años, son honestamente no monógamas”, y que “Múltiples estudios han encontrado no diferencias en la calidad de la relación, o en la satisfacción, entre las muestras de parejas masculinas sexualmente exclusivas y las no exclusivas.” A pesar de estos hallazgos, Blake y Lanz han tenido dificultades reclutando participantes. No tuvieron problemas para encontrar parejas no monógamas, pero relativamente pocas querían hablar de ello. Un hombre que eligió participar dijo: "Tener una relación abierta se siente como una forma rara de estar en el armario de nuevo. Familia y amigos esperan que seamos monógamos, y no les decimos que no lo somos. Es como un secreto… En nuestra comunidad y en la sociedad, se siente como si algo importante no es comprendido, estudiando, o no se está hablando de ello."

No es de extrañar. Relaciones no monógamas pueden ser comunes en nuestra comunidad, pero todavía escucho con frecuencia a hombres gais criticarlas como patológicas, inmaduras y destructivas. A veces me aseguran con confianza, como si fuera evidente por sí mismo, que las relaciones abiertas son menos sanas, cariñosas, responsables u honestas que las relaciones monógamas; que si estás teniendo relaciones sexuales fuera de la relación, algo debe estar mal con el amor o la comunicación en la asociación, que el sexo fuera hace perder la concentración de uno al otro, y que una vez que "empiezas a alejarte" es "el principio del fin."

Blake y Lanz llegaron a conclusiones diferentes. Aunque admiten que "... teníamos una población de estudio inclinada hacia lo positivo," ellos creen que su trabajo demuestra que "... es razonable concluir que la no monogamia para las parejas de hombres gais es una opción viable. Cuando los compañeros encuentran suficiente terreno común en sus inclinaciones y perspectivas hacia la no monogamia, el sexo fuera aprobado es una posibilidad sostenible y satisfactoria. Si una pareja está dispuesta a ser directos y resolver problemas según sea necesario, la no monogamia no es por naturaleza desestabilizadora. De hecho, los resultados de este estudio sugieren lo contrario – que para muchas parejas del estudio la no monogamia les permite estar juntos. La duración media de estadía en las parejas entrevistadas fue de 16 años – el doble de nuestro requisito mínimo. Teniendo en cuenta las dificultades que tuvimos en el reclutamiento de los participantes, esta cifra sugiere una correlación positiva entre longevidad y la no monogamia. Como mínimo, destruye el mito de que la apertura de la relación es el 'principio del fin'."

Por otro lado "... para la mayoría de las parejas hubo un precio de admisión. No monogamia vino con riesgos y un mantenimiento requerido.” La mayoría de los participantes encontraron que hacerla trabajar requiere “clarificar valores y asegurarse de que son mutuos; apreciar y adecuar las diferencias, mantenerse firmes a los acuerdos y al compromiso con la honestidad; aumentar una mayor capacidad para procesar y manejar sus propias reacciones emocionales; aprender a expresar sus deseos, preocupaciones y sentimientos incómodos; ser más vulnerables, confidentes, perdonadores, generosos; asociarse para resolver constructivamente, y encontrar soluciones a problemas imprevistos y posiblemente muy pesados "

¡Vaya! Eso es una tarea difícil. Mientras leo esto, se me ocurrió que ello podría ayudar a explicar por qué la no monogamia tiene una mala reputación con algunos hombres homosexuales. Muchos de nosotros entramos en una relación abierta esperando que será mucho más fácil que la monogamia; que nos proporcionará, más o menos sin esfuerzo, con "lo mejor de ambos mundos." Eso puede ser uno de los mitos más importantes que este estudio destruye. Proporciona una dosis muy necesaria de realismo: para tener éxito, las relaciones abiertas requieren de compromiso, paciencia y trabajo duro.

* Nombre del estudio (en PDF formato): Beyond Monogamy: Lessons from long-term males couples in non-monogamous relationships.

Traducido del inglés al español por Oliverio Funes Leal.


Tom Moon, MFT
Website: tommoon.net