Aunque a menudo tenga mala fama, la ira es algo que todos experimentamos. Es una respuesta natural y sana a una amenaza o injusticia percibidas. Cuándo las personas están enojadas, ellas actúan enojadas. A menudo hablan con voz levantada, con gestos entusiasmados, y con una cara roja, y nada de eso es intrínsecamente destructivo o abusivo, siempre que las expresiones estén intencionadas para comunicar ira y no para amenazar o intimidar. Es enteramente posible expresar ira con pasión, mientras manejamos nuestro genio y estamos conscientes y respetuosos de la otra persona.
El abuso es muy diferente. Mientras está asociado con la ira, su fuente verdadera es el deseo de controlar y el poder. Cuándo las personas son abusivas, raramente es porque “no pueden controlar su genio.” La mayoría de las personas que son abusivas con otras – sea que el abuso toma la forma de agresión física, emocional, o sexual (o todo lo de arriba) – no están “fuera de control” en lo absoluto. Típicamente, actúan deliberadamente y con el conocimiento completo de lo que están haciendo. Hacen lo que hacen porque piensan que están justificados en hacerlo. Pueden creer que su género, estatus, raza o sistema de creencia les permite más poder que la otra persona o grupo de personas. O pueden sentir tal falta de poder y control, en un nivel personal, que tratan de compensarlo intimidando a otros.
Las personas que son abusivas generalmente abusan sólo a personas en grupos específicos, como compañeros íntimos, niños, o personas de carreras, religiones u orientaciones sexuales diferentes. Escogen a personas que tienen menos poder o estatus, en la casa o en la sociedad; lo que a menudo significa que su conducta abusiva es tolerada, ignorada, o tiene consecuencias mínimas. Pueden estar verdaderamente enojados con estas personas, pero escogieron actuar sobre ello con tácticas abusivas; mientras “manejan” su ira con aquellas personas a quien ellos perciben como teniendo igual estatus o más grande, o cuando pudiera haber consecuencias graves a su conducta.
Aquí están unas pocas maneras de distinguir entre ira y abuso. La ira informa a otros acerca de nuestras propias necesidades y sentimientos por medio de declaraciones del “yo”: abuso es acerca de rebajar, acallar, intimidar, y amenazar a otros por medio de declaraciones del “tú”. La ira pide atención, responsabilidad, enmendación, y restitución: abuso busca venganza, castigo y humillación. Las personas enojadas poseen y expresan sus propios sentimientos: personas abusivas exportan su propio temor a otros. La ira procura señalar y resolver problemas: abuso es acerca de abrumar y ganar. La ira trata con el asunto presente: abuso es más a menudo el resultado de una acumulación de asuntos pasados y rabia colocada fuera de lugar. La ira es completamente coherente con el amor porque apunta a la comprensión y la conexión más profundas. Mueve hacia el otro. El abuso es motivado por temor y odio, y por los movimientos contra el otro. La ira es generalmente un estallido breve y termina en resolución: abuso surge de un fuego que arde de resentimiento, de amargura, y de revancha que nunca es satisfecha. La ira apropiada, sobre todo, es siempre no violenta, segura, y en control: abuso es amenazante, peligroso, y a veces violento.
Sugeriría que, después de considerar la descripción de arriba, se pregunte a sí mismo cuáles son sus intenciones cuando expresa ira. ¿Cuándo está enojado, es usted acerca de comunicar sentimientos y resolver asuntos, o es su intención verdadera conseguir lo que quiere intimidando y abusando? Si lo último es la verdad, aunque sea parte del tiempo, entonces el temor de su novio tiene alguna justificación. Él, en cambio, quizás se pregunte qué expresiones de la ira suya no lo asustarían. Si no hay ninguna, entonces por lo menos algunos de sus temores no pueden haber venido de una verdadera percepción de peligro, sino, como usted sugiere, de una respuesta fóbica al enojo en general. El también quizás se pregunte si su objeción a su ira es siempre verdaderamente auto protectora; o si es, a veces, una tentativa pasivo-agresiva de manipularlo y controlarlo a usted. Ningunas de estas posibilidades son una u otra alternativa. Las relaciones son complejas, y a menudo la verdad es ambas/y.
Traducido del inglés al español por Oliverio Funes Leal.
Tom Moon, MFT
Website: tommoon.net