Los integrantes de la comunidad LGBTQ enfrentan conflictos similares a los de otros grupos humanos. Sin embargo, difieren de ellos por la peculiaridad y gravedad de algunos problemas atípicos: aquellos que son ajenos a quienes la sociedad considera vagamente como "normales". Estos "problemas atípicos" - de no ser resueltos por los miembros de la comunidad LGBTQ - les traen desdicha y disfunción en sus vidas.


Respecto a esos "problemas atípicos", la tarea de los miembros de la comunidad LGBTQ es simultáneamente simple y compleja.

La simplicidad consiste en que cada individuo debe entender y mejorar su realidad "atípica". Es importante no temer a la diferencia; ni tampoco creer que ésta lo hace peor ni mejor que nadie.

La complejidad consiste en que cada integrante de la comunidad LGBT tiene un problema único y personal que resolver; pero sin olvidar que debe ser parte funcional en el devenir social general de la sociedad donde vive.


"Si presta atención cuidadosa a su entorno, percibirá que aceptar su propia diferencia realmente significa estar a tono con la diversidad de éste. Si desea conscientemente identificarse con ese entorno, contribuya al mejoramiento de éste por medio del suyo propio."
Oliverio Funes Leal

" SI LA NATURALEZA PONE UNA CARGA EN UN HOMBRE HACIÉNDOLO DIFERENTE, TAMBIÉN LE DA UN PODER CON ELLO ”

John Fire Lame Deer líder espiritual Sioux de la Tribu Lakota



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¿Debo divorciarme de mi familia?

PREGUNTA: Le dije a mis padres que era lesbiana hace diez años, y he estado con mi esposa durante ocho años. Se negaron a venir a nuestra boda; y , de hecho, dejaron en claro que no es bienvenida en su casa. Este año, volé sola de vuelta a la costa este y pasé la Navidad con ellos . Fueron los cinco días más solitarios de mi vida. Tengo un hermano que es propenso a diatribas periódicas, en las cuales pasa de tratarme como un amigo cercano a un enemigo total; y entonces no me habla durante uno año o dos. No importa cuan mal se comporte , siempre se ve como la parte perjudicada y nunca se disculpa por su crueldad . Cada vez que se hace esto, mis padres lo excusan e incluso me acusan de "provocarlo". Este año cometí el error de confiarle lo mucho que echaba de menos a mi esposa. Se enfureció, me acusó de "hablar mal" de nuestros padres. Enseguida se dirigió a ellos y les contó su versión de lo que había dicho. La cena de Navidad fue embarazosa, silenciosa y miserable. Después que regresé a mi casa, mi madre me envió un correo electrónico enojada, acusándome de enfurruñada y desagradecida después de todos los problemas que habían pasado para hacer la Navidad especialmente para mí. No he respondido, y por primera vez en mi vida estoy considerando seriamente romper contacto con ellos tres. Pero me siento culpable por ello, y temo que si tomo este paso – conociéndolos - ninguno va a perdonarme o hablarme otra vez. ¿Cuáles son sus pensamientos al respecto?

RESPUESTA: ¡Caray! Usted le ha tolerado demasiado a su familia.
Es común en nuestra cultura, sobre todo entre los conservadores sociales  de "valores de familia", idealizar a ésta como la fuente de todo lo que es sagrado: crianza, seguridad, pertenencia, amor incondicional; y - para algunos - la realidad se acerca a esta imagen idealizada. Pero la psicología reconoció - hace mucho tiempo - que la familia también puede ser fuente de todo lo que es profano; y que la psicología sirve regularmente para desatar - o incluso romper - las lealtades a familiares tóxicos y abusivos . Y mientras que casi todo el mundo en estos días acepta el divorcio como una respuesta apropiada a una relación abusiva, todavía hay estigma sobre terminar relaciones con otros miembros de la familia, no importa cuan mal se comporten. La mayoría de nosotros pensamos que estamos atascados con nuestras familias para toda la vida, y que no tenemos ninguna opción en la materia. ¿Pero tiene que ser así ? Como adultos tenemos el poder, si sólo lo reivindicamos, de decidir quién cuenta como familia y quién no. Si definimos "familia" a las personas en nuestras vidas que se han ganado nuestra confianza, y que nos nutren emocionalmente y espiritualmente, entonces no todos nuestros parientes son familia, y muchos que no son parientes consanguíneos lo son.

Usted tiene el derecho y el poder de decidir, por sí mismo, quien pertenece en su "familia de elección."
Si al interactuar con un pariente, usted se siente constantemente agotado, enojado o manipulado; si se siente emocionalmente enfermo, o lo que es peor, enfermo físicamente (espalda y problemas estomacales, úlceras, migrañas, etc), es posible que esté en una relación tóxica y destructiva. Lo más grave de todo: si no se siente seguro (física o emocionalmente) en la presencia de un familiar, entonces es probable que sea hora de poner un poco de distancia entre usted y esa persona.

Dicho esto, también hay pasos intermedios entre el establecimiento de límites apropiados y el divorcio completo. En su caso, por ejemplo, puede decidir nunca pasar la Navidad, o cualquier otro momento parecido, en lugar alguno donde su esposa no sea bienvenida. Como pareja suya, ella debe ser su primera lealtad. También puede decidir  no tener más conversaciones íntimas con su hermano, ya que no tiene madurez emocional para ser de confianza con lo que usted divulga . Comience con un firme compromiso consigo misma de no dejarse abusar más, y luego averigüe que cantidad de distancia necesita - de su familia - para lograr ese objetivo.

Traducido del inglés al español por Oliverio Funes Leal.


Tom Moon, MFT
Website: tommoon.net

Exploración del perdón # 4: EL CAMINO DEL PERDÓN

Si has seguido la serie hasta aquí, puede ser que quieras perdonar a alguien que te ha hecho daño, pero te preguntas cómo hacerlo. El enfoque de cinco pasos, descrito a continuación, es una adaptación de un proceso basado en la investigación desarrollada por el Dr. Robert Enright en la Universidad de Wisconsin. Recomiendo encarecidamente su libro Forgiveness is a Choice (El Perdón es una Opción) a cualquiera que desee explorar el camino del perdón más profundamente.
El perdón es la decisión, consciente y deliberada, de dejar ir la ira y el deseo de venganza contra aquellos que te han hecho daño, independientemente de si realmente se lo merecen. Esto no significa olvidar o restar importancia a la gravedad de la infracción. El perdón no funciona como un desvío o evasión emocional: el dolor de la ofensa debe reconocerse y sentirse a fondo antes que el auténtico perdón pueda comenzar.

Pero mientras que perdonar no significa negar, olvidar o minimizar, requiere de nosotros que nos desprendamos de nuestra lealtad a nuestro sufrimiento. Existe la ilusión generalizada de que, de alguna manera, nos protegemos del daño aferrándonos a la ira, cuando en realidad lo único que hacemos es mantener las heridas abiertas. El Buda comparó aferrarse a la ira como agarrar brasas ardientes con la intención de tirárselas a alguien. Cuando haces eso, lo único que logras es quemarte tú mismo.

  • El primer paso para perdonar, entonces, es sentir el peso de la ira corrosiva que mantienes viva por negarte a perdonar, y darte cuenta que no es en tu mejor interés. Imagina como te sentirías, experimentando la tranquilidad mental que tendrías, si estuvieras libre de esta carga. Ve el perdón como un acto de auto-compasión.
  • El segundo paso es establecer una intención consciente de perdonar. Decide que ya no estás dispuesto a continuar siendo una víctima, al permitir que los pensamientos y recuerdos de tu agresor te atormenten y priven de felicidad. Al establecer una intención clara, también estableces el alcance de tu corazón. Cuando sabes a dónde vas, reconocerás lo que te apoya en tu jornada y lo que no.
  • El tercer paso es ver el panorama completo. Toda vida incluye experiencias de dolor y traición. Es el precio inevitable de estar vivo. En este sentido, el dolor no es sólo tuyo, es el dolor de la humanidad. Cuando lo ves de esta manera, tu dolor ya no te separa, sino que te conecta a todo el mundo a través de tu capacidad de compasión.
  • El cuarto paso es centrarte en la persona específica que te hizo daño, y en lugar de ver a esa persona desde el exterior como "otro" mal, siente dentro de su humanidad. Trata de entender las causas y las condiciones en su vida que la llevaron a actuar de la manera en que lo hizo. No para hacer excusas a causa de ellos, sino para encontrar compasión por la ceguera y el sufrimiento en ellos que los hizo actuar hacia ti del modo que lo hicieron.
  • El quinto paso es visualizar mentalmente a tu agresor enfrente de ti. Habla con esta persona como si él/ella estuviera realmente presente, y ofrécele el perdón. Siente el alivio a continuación al soltar, aunque sea por un momento, tu rencor contra él/ella. La primera vez que hagas esto, puede que no sientas indulgencia. De hecho, puede que sientas una intensa resistencia, o un afloramiento de la ira. Si eso sucede, enfoca tu atención en ti mismo, respira profundamente y acéptalo. Si te sientes autocrítico, ofrécete perdón por ser duro contigo mismo.

El perdón es un camino, no un acto solitario, y puede que tengas que pasar por estos pasos muchas veces antes de que comience a crecer. Es un trabajo duro. Pero el premio final vale la pena - el descubrimiento de que existen recursos en tu corazón que son más profundos y fuertes que cualquier herida.

Traducido del inglés al español por Oliverio Funes Leal. 


Tom Moon, MFT
Website: tommoon.net

Exploración del perdón # 3: LOS BENEFICIOS DEL PERDÓN

Todas las tradiciones de sabiduría del mundo parecen ser unánimes por lo menos en un punto - que perdonar a los que nos han hecho daño es más sabio que alimentar rencores y resentimientos. Una razón, por la cual esto es cierto, es que perdonar significa dejar ir el pasado, lo que aligera nuestras cargas. Aferrarse a rencores es un poco como tratar de correr un maratón mientras cargamos una bola de bolos.

Hay un creciente cuerpo de investigación que demuestra que el perdón es beneficioso para la salud emocional y física. En más de 1200 estudios publicados, los resultados muestran consistentemente que las personas clementes tienden a tener no sólo menos estrés, sino también mejores relaciones, menos problemas de salud en general y menor incidencia de las más graves como la depresión, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y cánceres. ¿Por qué? Parece que el perdón funciona, en parte, con la reducción de los efectos corrosivos de ser implacable - esa mezcla dolorosa de ira, amargura, odio, resentimiento y miedo a ser nuevamente herido. Los efectos nocivos de estas emociones negativas incluyen el aumento de la presión arterial, la adrenalina y los niveles de cortisol, que se han relacionado con las enfermedades cardiovasculares, supresión inmunológica y, posiblemente, afectación de las funciones neurológicas y la memoria.

Una segunda manera de como el perdón funciona es más sutil. Estudios demuestran que las personas con fuertes redes sociales tienden a ser más saludables que las solitarias. Las personas que están enojadas, y recuerdan cada leve ofensa, son propensas a perder relaciones a lo largo de toda su vida, mientras que los que son tolerantes tienen más probabilidades de atraer y mantener un sistema fuerte de apoyo social, lo cual tiene múltiples beneficios para la salud.

Pero muchos de nosotros no nos permitimos la libertad que el perdón proporciona porque somos fieles a nuestro sufrimiento. Todos queremos ser felices, sin embargo, una de las debilidades humanas más predecibles es aferrarse a nuestros traumas y traiciones como si dejarlos ir significaría negar o minimizarlos. Perdonar, entonces, es una especie de victoria espiritual de la sabiduría sobre el engaño, y del amor (incluyendo el amor propio) sobre el odio.

Un ejemplo inspirador de lo que es posible para nosotros es el Dalai Lama, quien lleva el peso de la opresión en el Tíbet y la pérdida de su cultura. Sin embargo, a pesar de todo, sigue siendo una persona muy feliz y alegre. Él dice: "Se han llevado tanto. Han destruido los templos, quemado nuestros textos, desnudado nuestros monjes y monjas, limitado nuestra cultura y destruido de tantas maneras. ¿Por qué debería dejar que se lleven también mi alegría y paz mental?” Como el gran texto hindú, el Bhagavad Gita dice: "Si quieres ver a los valientes, mira a los que pueden devolver amor por odio. Si quieres ver lo heroico, mira a los que puede perdonar".

Pero incluso si estamos convencidos de que el perdón sería el mejor camino a tomar, a muchos de nosotros nos resulta muy difícil hacerlo. Voy a hablar sobre cómo hacerlo la próxima vez.

CUARTA PARTE - El camino del perdón.

Traducido del Inglés al español por Oliverio Funes Leal. 


Tom Moon, MFT
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Exploración del perdón # 2: CONCEPTOS ERRÓNEOS

En la primera parte de esta serie de cuatro artículos argumenté que las víctimas no tienen la obligación moral de perdonar a sus agresores, y que sentirse coaccionadas por la idea del perdón como un deber puede ser perjudicial cuando éstas no están auténticamente dispuestas a hacerlo. Dicho esto, es cierto que hay beneficios al practicar el perdón. Pero también hay algunos errores importantes, en cuanto a lo que es perdonar, que pueden interponerse en el camino de hacerlo. Éstos son los cuatro conceptos erróneos más importantes:

  1. Aferrarse a resentimientos castiga a otros. Mucha gente no va a perdonar un agravio que se les hizo porque "sería cómo desenganchar a él o a ella"; como si alguien, a la que no han visto en años, de alguna manera está viviendo "colgada de un gancho" porque se le continúa guardando rencor, pero la cual se sentiría mejor inmerecidamente si el rencor se detuviera.
  2. Perdonar significa tolerar el mal comportamiento. Perdonar no significa olvidar, ni tampoco significa negar que ofensas reales fueron cometidas. Es una decisión deliberada de dejar atrás al pasado, y dejar ir sentimientos de resentimiento o venganza hacia aquellos que te han hecho daño, sin importar si realmente merecen tu perdón. Nada de esto implica excusar o minimizar la mala conducta.
  3. Si te perdono, tengo que permitirte de nuevo en mi vida. Perdón y reconciliación no son la misma cosa. Por lo general, es mucho más fácil perdonar un agravio si el autor se disculpa, pero dejar ir el resentimiento y la revancha es algo que podemos hacer completamente por nuestra cuenta, aún sin que la otra persona sepa que lo hemos hecho, porque la esencia del perdón es simplemente dejar ir el pasado. Reconciliación, sin embargo, se trata de comprometerse con un futuro. Esto significa volver a un cierto grado de amistad, y para que eso suceda, la confianza tiene que ser restablecida. Podemos optar por perdonar a alguien que nos ha maltratado, pero todavía reconocer que la persona puede seguir siendo abusiva con nosotros si restablecemos la relación. Perdonar no significa ser ingenuo acerca del carácter o las intenciones de los demás.
  4. Aferrarme a la ira me mantiene en control. La rabia es una energía intensa, y sentirla puede hacer que nos sintamos seguros y en control. Pero la rabia insondable y exagerada, la de aquellos que se sienten sumidos en la victimización, los hace sentir cualquier cosa menos poderosos. Aquellos que están atrapados siempre en ese estado mental, se sienten impotentes y presos en sus propios infiernos interiores.

Por último, perdonar requiere madurez para aceptar algunas verdades incómodas: que el pasado no se puede cambiar; que las acciones dañinas de otra persona nunca se pueden deshacer; y que la gente que nos agravia puede que nunca vean el error de sus maneras. Pero la práctica del perdón también puede revelar otra verdad importante y sorprendente: en fin de cuentas, nadie tiene que cambiar para que nosotros podamos estar en paz. Más sobre eso la próxima vez.

TERCERA PARTE - Beneficios del Perdón.

Traducido del inglés al español por Oliverio Funes Leal. 


Tom Moon, MFT
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Exploración del perdón # 1: NO ES UN DEBER

PREGUNTA: No puedo dejar de odiar a mi padre. Era un hombre violento que pegaba, intimidaba y aterrorizaba a toda la familia. Se dio cuenta que era gay años antes que yo lo hiciera, y pensaba que era gracioso llamarme " el maricón ", incluso en público y delante de desconocidos. Me fui de la casa hace doce años y nunca he vuelto. Mis valores espirituales me han sostenido todo este tiempo, y me enseñan que es mi deber perdonar. Creo esto, pero no puedo hacerlo. No puedo dejar ir la ira y la amargura. ¿Cómo puedo llegar a perdonar?

RESPUESTA: ¿Puede el perdón ser alguna vez una obligación? Muchos sobrevivientes de abuso infantil parecen creer que su sufrimiento les confiere el deber de perdonar a sus agresores, pero no veo cómo las víctimas pueden tener ninguna obligación hacia ellos, excepto para evitar sucumbir a las tentaciones de venganza destructiva. Hay algo psicológicamente irreal acerca del concepto del perdón como un deber, porque no puedes hacerte sentir perdonador sólo porque piensas que debieras. Cuando el perdón viene, parece hacerlo por su propia cuenta, cuando el corazón está listo.

Simpatizo con el deseo de no querer alimentar permanentemente su rencor, porque es una forma muy dolorosa de vivir. El hecho de que quiera liberarse de este sufrimiento es un signo del amor que se tiene a sí mismo, lo que me lleva a esta sugerencia: si quiere perdonar, comience con usted mismo. Deje de hacerse daño por sentir dolor. Si está diciéndose a sí mismo que debiera estar sobrepuesto a estas alturas, se está tratando a usted mismo con una versión del mismo desprecio que su padre le mostró. Usted, como todo el mundo, es un ser humano sensible y vulnerable que puede ser herido profundamente por los demás. Acepte y perdónese a usted mismo por eso. Si encuentra que perdonarse a usted mismo es una tarea difícil en este momento, tampoco se haga daño por eso.

En última instancia, parte de lo que me hace optimista sobre la naturaleza humana es que cuando los sobrevivientes de abuso hacen su trabajo interior - cuando se hacen amigos de ellos mismos y llegan a ser profundamente leales a su propio bienestar – entonces una compasión cálida y un perdón real hacia los perpetradores florecen a menudo por sí mismos. Pero esta apertura del corazón no puede ser forzada. Cuando tratamos de obligarnos a perdonar como un imperativo moral, sólo terminamos haciéndonos sentir culpables, y el "perdón" que ofrecemos hiede a la beatería hipócrita de aquellos que "aman al pecador y odian el pecado." Si, como un subproducto de un buen cuidarse a uno mismo, llegamos al perdón, eso sería fantástico porque aligeraría la carga. Pero no trate de forzar algo que no puede hacer con sinceridad hoy en día.

SEGUNDA PARTE - Ideas Erróneas sobre el Perdón.

Traducido del inglés al español por Oliverio Funes Leal. 


Tom Moon, MFT
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